La cabra Hurdana está desapareciendo, apenas quedan unas pocas con vida. El proyecto Mosaico, junto a la Asociación Mosaico y la Diputación han recogido los últimos ejemplares existentes y los han puesto en las manos de Antonio Mateo, pastor asentado desde hace poco en Pinofranqueado. El reto es salvar esta variedad de cabra, que junto al mundo rural, están en el umbral de la extinción.